Esta mañana se ha inaugurado la primera fase de la reforma museográfica del Museo de Nerja. Un acto en el que ha estado presente la alcaldesa de Nerja, Rosa Arrabal, el presidente de la Fundación Cueva de Nerja, Miguel Briones, el gerente de la institución, Carlos García, y el director del Museo nerjeño, Juan Bautista Salado, además del vicepresidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado, y el coordinador del Comité Asesor del espacio expositivo, Francisco Capilla.
Se trata de la primera fase de renovación de las tres que hay previstas, y según ha explicado el presidente de la Fundación “permitirá a los usuarios realizar un recorrido por la puebla de Nerja en el siglo XVIII y la etapa contemporánea de la localidad”.
Por su parte, la alcaldesa de Nerja ha destacado “la buena relación existente entre el Ayuntamiento y la Fundación Cueva de Nerja, escenificado a través del trabajo del director del Museo nerjeño, Juan Bautista Salado, y la concejala de Cultura de nuestro Ayuntamiento, Anabel Iranzo”. En este sentido ha recalcado los últimos convenios de colaboración para la cesión de piezas como el Libro del Privilegio de Torrox y Nerja o el cañón del Mirador del Bendito “y otros que están próximos a sucederse”, matizaba.
Las dos secciones que se abren hoy al público reflejan la Nerja del siglo XVIII, la cual se divide en la figura de Manuel Centurión y su obra ilustrada. Además, incluye el Libro del Privilegio de Felipe V y el pleito de Nerja con Vélez-Málaga por las propiedades de tierras y casas, además de la planimetría del municipio desde los siglos XVIII y XIX y el escudo de la ciudad, sus orígenes y evolución, tal y como ha precisado el director del Museo, Juan Bautista Salado.
El apartado dedicado a la Nerja contemporánea se divide en cinco secciones: una dedicada a la caña de azúcar, su cultivo, producción y venta, así como los ingenios preindustriales e industriales, destacando maquetas del acueducto del Águila y la de Maro en el siglo XVIII. La segunda sección aborda la sierra, recordando oficios perdidos como la arriería, la espartería y la minería, además de su vertiente como parque natural y la presencia de los maquis. La tercera parte refleja el municipio como ciudad de cine, la cuarta evidencia la evolución urbanística del municipio desde el siglo XIX hasta la actualidad y, por último, la Cueva de Nerja, su descubrimiento y puesta en funcionamiento como recurso turístico y punto de interés para la investigación, hasta su declaración como Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural.