Este martes, 7 de marzo, tuvo lugar en el Salón de Plenos del Ayuntamiento el II Reconocimiento «Con las mujeres, Nerja avanza” que este año ha recaído en Mari Trini Pascual y Mercedes Martín Muñoz del Centro de Participación Activa de Personas Mayores de Nerja.
En el acto han estado presentes la alcaldesa de Nerja, Rosa Arrabal, la concejala de Igualdad, Patricia Gutiérrez, la Delegada Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía en Málaga, Ana Isabel González, la coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) Rosa del Mar Rodríguez así como representantes de todos los grupos políticos.
El acto, que ha contado con el acompañamiento musical de Adolfo Cabrerizo, profesor de la Escuela Municipal de Música y Danza, ha servido para reconocer la trayectoria personal y profesional de ambas nerjeñas “cuyos valores hay que mostrar a las generaciones futuras”, precisaba Patricia Gutiérrez.
En el caso de Mari Trini Pascual se ha destacado su labor en la enseñanza, ya que fue la primera en abrir una pequeña escuela en la casa de sus padres, así como su papel como concejala del Partido Socialista en una corporación dominada por hombres en la que ella era la única mujer. “No lo tuve nada fácil, pero no me rendí”, apuntaba esta nerjeña, a la que hay que agradecerle el Centro de la Mujer de Nerja, la Banda Municipal de Música, el Centro Cultural o la Coral Alminares, entre otros. “Era duro cuando una mujer iba a poner una denuncia por malos tratos a la Guardia Civil y le decían “vete para tu casa que mañana seguro hacéis las paces”, yo sabía que había mucho por hacer pero que lo íbamos a conseguir”, relataba Mari Trini, una mujer “muy querida por todos y madre de cientos de niños en Nerja, a los que enseñó y cuidó como si fueran suyos” tal y como aseguraba su amiga Mari Conchi durante la lectura de su biografía.
La vida de Mercedes Martín no fue nada fácil, tal y como relató su amigo y director del Centro de Participación Activa de Personas Mayores, José Antonio Garrido. Ella y su familia fueron unos de los muchos malagueños que huyeron en “La Desbandá” y durante los años que duró la guerra vivieron de aquí para allá como los refugiados. El destino quiso que, tras la muerte de su madre, acabase en Granada, concretamente en el Seminario de San Cecilio “donde aprendió a coser, a bordar pero sobre todo a hablar, a comportarse y a leer correctamente un libro”. También trabajó como enfermera “donde pudo conocer de cerca las miserias de la vida”. Ya casada, en Huercal Overa, empezó a enseñar lo que sabía a los niños de los cortijos de alrededor “gracias a ella tenían la oportunidad de aprender a leer y escribir”. En los 70 volvió a Nerja cautivando a todos “con sus pensamientos sinceros y sus argumentos sencillos” y desarrollando lo que hoy es su gran pasión, la escritura.
Durante el acto, la alcaldesa, Rosa Arrabal, ha destacado la personalidad de ambas homenajeadas “que con sus vivencias nos han hecho aprender más de la Igualdad”.
Por su parte, la concejala Patricia Gutiérrez les ha agradecido todo lo aportado a lo largo de sus vidas. “Se merecen un gran reconocimiento por lo que han hecho y logrado en beneficio de otras personas y de la comunidad en general, su labor ha contribuido a que Nerja avance y sea mucho mejor. Son un claro ejemplo a seguir”, concluía.